Descuidar la limpieza periódica de los canales de refrigeración puede tener graves consecuencias tanto para el molde como para el proceso de producción. A medida que se acumulan residuos, se restringe el flujo de agua, lo que reduce la capacidad del sistema de refrigeración. La menor capacidad de extracción de calor como resultado de la capa aislante de baja conductividad térmica, combinada con el flujo estrangulado, puede provocar un sobrecalentamiento localizado en el molde (conocido como puntos calientes), lo que provoca un enfriamiento desigual y una calidad inestable de las piezas. Como consecuencia, aumenta el porcentaje de piezas defectuosas, se incrementan los costes de producción y se hacen necesarias reparaciones más frecuentes del molde o incluso su sustitución. En casos críticos, los canales de refrigeración pueden obstruirse por completo, lo que obliga a parar el molde, a demolerlo y a escariar mecánicamente la obstrucción, lo que genera enormes costes. Esto no sólo aumenta los costes de explotación, sino que también afecta negativamente a la capacidad de cumplir los plazos de producción. En un momento en que los requisitos de calidad fijados por los clientes son tan exigentes, resulta crucial mantener una calidad estable de las piezas moldeadas con el menor tiempo de ciclo posible.

Posibles problemas derivados de la perturbación de las térmicas de las herramientas:

  1. Tiempos de ciclo prolongados: Los canales de refrigeración obstruidos provocan una transferencia de calor más lenta, lo que significa que el molde tarda más en enfriarse. Esto alarga los ciclos de producción, reduce la eficiencia global del proceso y aumenta los costes operativos.
  2. Desventajas del moldeado: Un enfriamiento desigual puede afectar a la calidad de la pieza. Defectos como deformaciones, marcas de colapso y desviaciones dimensionales se hacen más comunes, lo que provoca más rechazos por parte del departamento de control de calidad. Además, un proceso de enfriamiento desigual de la pieza puede provocar tensiones, una reducción de la resistencia del producto y grietas bajo carga.
  3. Desgaste más rápido del molde: La baja eficacia de la refrigeración obliga al molde a funcionar a temperaturas más elevadas durante períodos de tiempo más largos, lo que acelera el desgaste de los componentes del molde. Esto puede acortar la vida útil de la herramienta y requerir reparaciones y reacondicionamientos más frecuentes.
  4. Mayor consumo de energía: Un sistema de refrigeración ineficiente requiere más energía para mantener la temperatura correcta del molde, lo que se traduce en un aumento de los costes energéticos y un mayor impacto medioambiental.

También le puede interesar

es_ESSpanish